Hace unas semanas me tiré la manta a la cabeza y decidí lanzar esta mini-serie de artículos sobre qué es la evidencia científica.
En el artículo anterior hablamos de cómo se lee un paper y de por qué no todo vale para decir que existe evidencia.
Hoy abordamos algo que puede sonar a chino a cualquiera que no tenga contacto con el campo sanitario y que , por ejemplo, en la carrera de Química no se enseña, si no que se descubre en función de donde te lleve la investigación que realices posteriormente o ,simplemente, «la vida».
Primera parte: cómo se lee y se publica un artículo científico. Ser preciso no es una moda.