Domingo por la tarde, lluvia, pijama y mascarilla, creo que es el momento de relax que más me gusta de la semana. Muchas no sirven para nada, pero solo el hecho de usarlas te teletransporta a un momento de Spa en casa.
Existen mascarillas de todos los tipos, ofrecen luminosad, hidratación, limpieza, te dejan una piel que ni Cleopatra al salir de sus famosos baños de leche (¿o era un mito?).
Aunque sin lugar a dudas, las más socorridas en los meses de verano son las que «limpian» en profundidad. El milagro anti-grasa de las mascarillas. Podemos elegir entre arcilla roja, blanca o verde, pero también las negras. Las más llamativas en cuanto a estética y con ingredientes muy interesantes: el carbón activo.
Pero ¿sabes por qué limpia?